¿Qué perspectiva psicológica es para mí?
Recuerdo que una de las primeras cosas que aprendí en la universidad fue que no existe sólo una Psicología, y que por tanto, hay una gran variedad de modelos psicológicos. Si esto ya es en sí mismo complejo, ya que nos confunde y nos fuerza a investigar cuál de estos modelos podría ser adecuado para nosotros/as, se torna aún más al notar que muchos de estos modelos conflictúan unos con otros.
Si bien esta pluralidad puede ser percibida como un problema, cuya solución implicaría unificar a las Psicologías en una sola, desde mi perspectiva no sólo no es un problema, sino algo deseable y una gran oportunidad. En este sentido, las manifestaciones de la psiquis son tan diversas, que podría considerarse incluso necesario que haya una multiplicidad de enfoques para abordarlas. Esta idea se refuerza al considerar que las necesidades de cada individuo son distintas, y que por tanto, no todos los modelos terapéuticos funcionan igual para todos/as. Asimismo, es muy difícil saber de antemano qué modelo va a funcionar mejor para cada persona.
Elementos comunes entre los modelos
Teniendo en cuenta la existencia de esta diversidad, que básicamente se traduce en cómo se gestiona el proceso terapéutico y qué estrategias se utilizan, hay que puntualizar también que hay una serie de elementos que son compartidos por gran parte de las perspectivas. Estos refieren, mayormente, a conceptos básicos sobre cómo se debe configurar la relación Psicólogo – Cliente, para que esta funcione dentro de un marco profesional de ética que resguarde tanto al Cliente como al Psicólogo.
Dentro de ellas, la primera que creo necesario mencionar es el encuadre. Esto es, en palabras simples, establecer cuales serán las principales reglas que van a delimitar el proceso terapéutico. El encuadre se realiza en la primera sesión, y busca determinar aspectos como cada cuanto tiempo se realizarán las sesiones, cual es la duración de estas, etcétera.
Otro aspecto a destacar tiene que ver con las expectativas, tanto del Cliente como del Psicólogo. Este tema puede surgir dentro de los tópicos conversados dentro de la sesión, siendo imposible aquí hablar o abordar de cómo esto se refleja en la experiencia particular de cada individuo, pero hay ciertos aspectos generales que creo necesario mencionar. Uno de ellos hace referencia a las expectativas que pueden haber del Cliente hacia el proceso terapéutico, esperando que el profesional ofrezca una solución a la problemática en una o dos sesiones. En este primer aspecto cabe mencionar que, desde mi perspectiva, la atención psicológica comienza con un proceso exploratorio en el cual se busca comprender cuál puede ser el origen del malestar del Cliente. Esto puede durar varias semanas, y llegar a dicha comprensión está lejos de ser el final del proceso. Más bien, es donde el proceso mismo inicia, específicamente el proceso orientado a encontrar estrategias sobre cómo gestionar y mitigar el malestar.
Un segundo tópico a mencionar guarda relación con que, sea a principio o avanzado el proceso, el Cliente no se sienta cómodo con el modelo de atención que ha desarrollado el Psicólogo. Si esto sucede, es importante que el Cliente lo haga saber lo antes posible, con el objetivo de reajustar el encuadre a sus inquietudes o, en caso de ser necesario, realizar una derivación a otro profesional.
A continuación, hablaré un poco sobre la perspectiva psicológica en la que decidí formarme: el posracionalismo fenomenológico-hermenéutico de Giampiero Arciero. Cabe mencionar que si bien este modelo es el dominante en mi manera de llevar el proceso terapéutico, lo suelo complementar con herramientas de otras perspectivas psicológicas, tales como la psicología humanista, la psicología sistémica, la psicología social y la psicología cognitivo-conductual.
¿En qué consiste la Psicología Posracionalista Fenomenológico-Hermenéutica?
Las principales bases teóricas de este enfoque se encuentran en la filosofía existencialista, particularmente en ciertos elementos de la visión del pensador Martin Heidegger. A grandes rasgos, el existencialismo plantea que los seres humanos hemos sido arrojados a un mundo que carece de sentido en sí mismo, y dentro de nuestra vida lo vamos dotando de un propósito, labor que resulta ser muy angustiosa. Para evitar esta angustia, muchas personas deciden no hacerse responsables de sí mismas y de las cosas que les suceden, articulando el sentido de sus vidas en base a fuerzas sobrenaturales como el destino o lo que profesan las instituciones religiosas.
A grandes rasgos, Heidegger plantea que tras ser arrojados a la existencia desarrollamos una forma de ser en el mundo, la cual se comprende como «[…] la conciencia que determina al ser a través de la continuidad en el tiempo y en el espacio, es la existencia de sí, es estar ahí.» (Ramírez-Pérez et al, 2015). En el plano práctico, esto implica desarrollar un sí-mismo (una personalidad, podríamos decir) cuyo despliegue en el mundo articula todo cuanto somos y conocemos, así como las relaciones que construimos -o destruimos- con otros individuos (otros sí-mismos).
Esta idea adhiere a la perspectiva constructivista, la cual, en contraposición al esencialismo, propone que la realidad como la percibimos es resultado de una construcción/interpretación del sujeto que habita en ella. Por tanto, es posible argumentar que quienes somos no es nunca nuestra esencia, sino una forma de ser en el mundo que hemos construido a lo largo de nuestra existencia. Y tal como hemos podido construir quienes somos, también podemos deconstruirlo… y reconstruirlo.
Aranceles 2023
Cada sesión tiene una duración aproximada de 45-50 minutos, y se realizan en modalidad online, a través de la plataforma Google Meet. Es importante que consideres un tiempo mínimo de 48 horas entre la realización del pago y el agendamiento de la hora, lo cual me da tiempo para chequear que esté todo en orden antes de comenzar tu proceso.
Si requieres más información sobre mi modelo terapéutico, o tienes alguna pregunta, no dudes en contactarme.
Referencias
- Ramírez-Pérez, M.; Cárdenas-Jiménez, M.; y Rodríguez-Jiménez, S. (2015). El Dasein de los cuidados desde la fenomenología hermenéutica de Martín Heidegger. Lee el artículo completo aquí.